Maggie Alarcón

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La deuda pendiente

In Cuba, Cuban 5, Politics on December 9, 2013 at 11:51 am

 

Margarita Alarcón Perea

 

“Fidel Castro decía que yendo a África a luchar contra el apartheid y el colonialismo se estaba pagando una deuda pendiente”
Hedelberto López Blanch, periodista y escritor

 

Recuerdo una canción viejísima que decía Free Nelson Mandela. Era por los años 70 y yo estaba en el colegio en los EEUU, en UNIS (Escuela Internacional de las Naciones Unidas). UNIS había sido una ilusión del Secretario General U Thant, quien quiso que los hijos y las hijas de los miembros de la ONU también estuvieran unidos para compartir sus ideas, sus creencias, sus esperanzas y sus sueños. Con esto se sentaban las bases para la creación de una escuela que aunaría a personas de todas las razas y credos. Un lugar donde no habría ni blanco ni negro, el color era un arcoíris donde las diferencias se sumaban y se compartían. Éramos un festín humano de un futuro utópico en colores.

Un día por los pasillos de la escuela camino de clases me detuvo un muchacho, mayor que yo, probablemente de onceno grado. Era bajo, fuerte, un atractivo joven negro con una actitud desafiante e intensa. Me miró , señaló con el dedo índice hacia mi camiseta y me preguntó,  “¿Tu sabes lo que significa eso?”. Llevaba puesta una camiseta blanca con el continente africano impreso y las letras ANC atravesándola. Miré hacia abajo, y de vuelta hacia él, y le dije “Congreso Nacional Africano, porqué?” Levantó su puño izquierdo y me dijo “Bien!”. Luego supe que el joven había escapado de Sur África con su madre y hermanos, su padre se encontraba encarcelado por ser miembro del Congreso Nacional Africano, un partido político prohibido en la Sur África del apartheid.

Al regresar definitivamente a Cuba comencé a vivir el desespero de la presencia cubana en Angola y el resto de la región, y como muchos otros, a ratos creía comprender y por momentos no tanto. Tengo una prima que se alistó voluntariamente para ir a impartir clases como  parte de la campaña de alfabetización internacionalista. Fui aprendiendo que cada vez más iría conociendo a personas que o bien tendrían a alguien conocido o querido en África o que eran alguien que había estado ahí. Era una situación complicada. Para muchos cubanos, esta guerra no era la lucha de Cuba, entonces la pregunta “Que hacemos ahí?”. Para otros cubanos era un asunto de internacionalismo, de solidaridad con los pueblos de Angola, Namibia y Sur África. Era un asunto de poner fin a un sistema político de colonialismo, de subdesarrollo y de algo tan infrahumano como lo era el apartheid.  Era un paso enorme en el camino de devolverle algo a un pueblo entero incluyendo al padre de mi compañero de escuela de antaño y a Nelson Mandela y lo que él significaba.

Después de mucho, la guerra habría terminado. Angola era libre, Namibia iba a llevar a cabo elecciones democráticas y Nelson Mandela ya había salido de prisión. Recuerdo la despedida de dos colegas namibias en la universidad que regresaban a Windhoek , regresaban a casa para votar por primera vez en sus vidas.

Ver la salida de Mandela de su último recinto carcelario por televisión desde la Habana me trajo lagrimas a los ojos, nunca pensé estar vivía para ver el fin  de algo tan terrible y el nacimiento de algo mágico y tan esperado.

Para muchos cubanos que regresaron de la guerra, el término “veterano” oscila entre ser un insulto o un homenaje. Hablar sobre el tema se vuelve  una conversación difícil la mayor parte de las veces. Pasan de hablar sin fin a un silencio sepulcral, algo que nos muestra que la guerra es vil no importa las circunstancias, llegar a una concesión con la guerra es probablemente una de las cosas más difíciles que hay.

Pero esta fue una guerra necesario como pocas. Estamos todos en deuda con el continente africano y aun no saldamos ese compromiso. La lucha contra el colonialismo en esa región, poner fin a un sistema infrahumano de gobierno, ver la belleza en los ojos de niños con juguetes en sus manos por primera vez, verlos sonreír con esperanza, todo eso, hace que haya valido la pena.

A todos los combatientes que regresaron y a sus familias. A las familias de todos aquellos que no volvieron. A todos los que luchaban y entendieron las razones, a los que no entendieron entonces y aun dudan. Son todos ustedes parte intrínseca de la historia. Ustedes ayudaron a validar la vida y la muerte de muchos. Nelson Mandela ha muerto en libertad y yo por mi parte, les doy las gracias.

The outstanding debt

In Cuban 5, Fidel Castro Ruz, Politics on December 6, 2013 at 1:14 pm

 

“Fidel Castro would say that going to Africa to fight against apartheid and colonialism was a way of paying an outstanding debt.”
Hedelberto López Blanch, journalist and writer.

“The defeat of the racist army at Cuito Cuanavale has made it possible for me to be here today. What other country can point to a record of greater selflessness than Cuba has displayed in its relations with Africa? For the Cuban people internationalism is not merely a word but something that we have seen practiced to the benefit of large sections of humankind.”

Nelson Mandela

Margarita Alarcón Perea

I remember a song from way back with the lyrics Free Nelson Mandela. It was back in the 70´s and I was in school in the US, at UNIS (United Nations International School). UNIS had been a vision of Secretary General U Thant´s, he had wanted the sons and daughters of the members of the United Nations to also gather together and share their ideas, beliefs , hopes and dreams. With this he laid the ground work for the creation of a school that would gather people of all races and beliefs . A place where there was no white , no black; color was a rainbow and beliefs were taken in  and shared. We were a melting pot for future dreams.

One day I remember walking down the halls on my way to class and being stopped by a young man, older than I, probably in the 11th grade. He was a stocky good looking black kid with a very intense demeanour and  attitude. He looked at me, pointed his finger at my shirt and asked “Do you know what that means?!”. I was wearing a white t-shirt with the African continent on it in brown and the letters ANC across the map. I looked down, then back up at him and responded “African National Congress, why?”. He held his left fist up and said, “good!”.  I later learned he had escaped South Africa with his mother and two younger siblings, his father was in jail in South Africa accused of being a member of the ANC, a political party prohibited in Apartheid South Africa.

After my return from the US back home to Cuba I began to live the dread of the Cuban presence in Angola. My cousin was sent over as part of the internationalist movement to teach, others would go to war.  I grew to learn that more and more people I knew or was meeting would either have a loved one sent over or be one who had gone.  It was a complicated situation. For many Cubans this was not Cuba´s fight, so why be there? For others it was an issue of solidarity with the Angolan people and the people of Namibia and South Africa.  It was an issue of putting an end to a political system of colonialism and underdevelopment and the hideousness that was apartheid.  It was a huge step in fighting for  the freedom of peoples including the father of my schoolmate and Nelson Mandela.

Finally after years of struggle, the war was over. Angola was free, Namibia was to hold democratic elections, apartheid was over and Nelson Mandela was finally out of jail. In college I remember saying goodbye to two Namibian girls who were being educated in Cuba in my faculty at Havana University, they were going home to vote for the first time in their lives.

I remember the day Mandela came out of prison. I watched the parade on the streets on Cuban television and I cried. Never in my life had I thought I would be around to rejoice the end of horror and the birth of a new beginning.

For many Cubans who came back after the war, the term Veteran is either an homage or an insult. It is a difficult conversation to have with most. They either become silent or talk till they lose their breath, proving that war is hideous no matter the circumstances,  coming to terms with war is possibly one of the most difficult of all tasks.

This war was a necessary one. We are indebted to the African continent and continue to be. The fight against colonialism in that region, the need to put an end to an unfair and unjust system of government, the beauty in the eyes of children holding toys in their hands for the first time, smiles of hope, for that it was all worthwhile.

To all the combatants who made it back and to their families, to the families of those who didn’t. To those who were there fighting for something they may not have well understood at the time and might still not understand today, you are all members of an intricate part of history. You all made the lives of many people worth living and dying for.  Nelson Mandela died in freedom, and I for one  thank you.

El Mandela de Obama

In Politics on September 18, 2013 at 1:31 pm

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Ricardo Alarcón de Quesada

 

Cuando en 1986 la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asía y América Latina y el Caribe instituyó esta distinción, ya Oscar López Rivera llevaba cinco años de prisión que se ha prolongado por 32 años y hace de él el preso político más antiguo de nuestro Continente.

Entregarle la Orden de la Solidaridad El Mehdi Ben Barka honra a la OSPAAAL y a su inspirador y fundador a quien el colonialismo asesinó e hizo desaparecer hace ya casi medio siglo. Oscar se la ganó hace tiempo con su vida, consagrada a la independencia y la libertad de su pueblo. Él ha sido y es ejemplo supremo de la continuidad del movimiento emancipador tricontinental. Con esta ceremonia Cuba expresa también su solidaridad con la causa puertorriqueña a la que nos une un mandato de la historia que ningún cubano deberá olvidar jamás. Reafirmémoslo aquí junto al Apóstol: “Una son en el pasado como una serán en el porvenir el alma de Lares y el alma de Yara”.

Oscar sintetiza hoy esa lucha que nos hermanó para siempre hace 145 años. Lo dijo, mejor que nadie, Rafael Cancel Miranda: “¿Por qué te temen tanto Oscar? Porque eres Betances, porque eres Filiberto, porque eres Corretjer, porque eres Albizu, porque eres todo puertorriqueño y toda puertorriqueña que no se doblega. Tú eres ese poder contra el cual no hay fuerza posible, el poder de la dignidad, de la verticalidad, de la integridad”.

Sea, pues, este homenaje a Oscar un tributo a su Patria y a su pueblo. Y sea igualmente la reafirmación del compromiso con una brega cuya intensidad debe crecer hasta derrotar completamente el coloniaje.

Hace poco leí en la Sección En Rojo de Claridad lo que dijo una puertorriqueña: “todos los días, al levantarme, me pregunto ¿qué puedo hacer hoy por Oscar?

Que esa interrogante se multiplique para que seamos capaces de desatar la solidaridad y convertirla en una fuerza arrolladora que llegue a la Casa Blanca y obligue al Presidente Obama a hacer lo que él sabe es su obligación inexcusable: poner en libertad a Oscar ya, inmediatamente, sin condiciones, sin más dilación.

Son ya 32 años de injusta prisión y casi quince años han pasado desde que el Presidente Clinton dispuso que Oscar fuese liberado. ¿Hasta cuándo habrá que recordárselo al actual inquilino de la Casa Blanca? ¿Por qué no escucha la petición unánime que acaba de hacerle la Convención de la AFL-CIO?

Se lo ha reclamado toda la sociedad puertorriqueña. Es preciso levantar esa exigencia hasta lograr que Oscar regrese libre a su tierra, a la isla irredenta que lo espera para continuar la lucha hasta que ella toda sea libre.

Oscar López Rivera es paradigma insuperable de sacrificio y resistencia. Culpable sólo de ser un patriota irreductible, el Imperio le robó su juventud y le ha impuesto condiciones carcelarias especialmente duras, con largos períodos de aislamiento y tratando de restringir su comunicación con el mundo exterior.

Su existencia toda es testimonio imborrable de altruismo, de entrega a los demás. Pocas personas, en condiciones tan difíciles, han sido capaces como él de dar tanta solidaridad. Allá en la dura prisión de Terre Haute ha sido y es maestro y guía de muchos desdichados que de él han recibido educación, consuelo y esperanza.

Realizamos esta ceremonia en medio del renovado empeño por la liberación de Gerardo, Ramón, Antonio y Fernando. Las cintas amarillas que hoy expresan el reclamo de nuestro pueblo se alzan igualmente por la libertad de Oscar.

El próximo febrero Fernando habrá concluido su injusta sanción. Confiamos que regrese a su patria de inmediato y que aquí pueda abrazar, ya libres ambos, al hermano boricua con quien compartió celda y de quien recibió siempre apoyo y amistad.

En la entrevista que le hizo Claridad, la primera que le permitieron en 32 años de encierro Oscar declaró: “yo estoy listo para lo que venga, siempre voy a estar listo para lo que venga”.

Nosotros debemos estar listos y no descansar hasta liberarlo.

La primera Orden otorgada por la OSPAAAL en 1986 fue para Nelson Mandela quien tuvo que esperar el fin del apartheid para recibirla en 1991.

Hoy la de Oscar la recibe Clarissa, su hija. Juremos estar listos para luchar hasta que Oscar venga a recibirla personalmente.

En vísperas del 23 de septiembre comprometámonos a perseverar en el empeño. Esa fecha nos recuerda la batalla de siglo y medio por la independencia de Puerto Rico. Y nos recuerda también el vil y cobarde asesinato de Filiberto Ojeda que nos sigue convocando a luchar hasta la victoria siempre.

 

Que viva Puerto Rico Libre.

 

 La Habana septiembre 18, 2013

Ceremonia de entrega a Oscar López Rivera de la Orden de la Solidaridad “El Mehdi Ben Barka”