Margarita Alarcón Perea
Hay gente que son imposibles de complacer. Por ejemplo, tomemos como punto de partida a los cambios llevados a cabo recientemente en Cuba. A lo largo de los últimos cinco años ha habido un crecimiento considerable en el establecimiento de negocios en el sector privado en la isla con la apertura de tiendas, paladares, hostales, barberías y peluquerías. Negocios caseros aparecen como la verdolaga respondiendo a las regulaciones del estado y a las necesidades de la población. Recientemente, nuevas regulaciones permiten que cubanos en la isla establezcan cooperativas en localidades que antes eran administradas por el estado. Ya los cubanos pueden disponer de sus bienes como viviendas y automóviles y venderlos o compáralos a su gusto. La propiedad privada de nuevo se considera un bien adquirido a través del esfuerzo digno y no algo que automáticamente lo pone a uno en las mismas filas de un capitalista inescrupuloso de antaño.
Ahora bien, el más radical, sin discusión, puesto en práctica en Cuba y fuera de ella ha sido la eliminación del permiso de salida. Los cubanos no tendrán que pasar por horas de papeleo innecesario ni colas interminables para poder salir de la isla. Y más aun, las condiciones que permiten que un cubano viaje han cambiado radicalmente. Solo aquellos individuos menores de edad o con condenas pendientes o que ocupan cargos de alto rango o cuyo trabajo pudiera considerarse seguridad del estado, tendrán limitaciones a la hora de viajar fuera de la isla. El resto es libre como el viento. Esta medida también afecta a los cubanos residentes en el exterior. Con la nueva enmienda, los cubanos que antes tenían prohibido volver a la isla, ya podrán regresar cada vez que quieran. El caso más notorio hasta la fecha ha sido del pelotero José Ariel Contreras, quien luego de su deserción ha jugado para los Yankees de Nueva York y los Medias Blancas de Chicago y quien estuvo recientemente en la Habana de visita y pasó 10 días en el país.
La mayoría de los analistas coinciden en que todos estos cambios se deben a las diferencias en manejo de gobierno entre Fidel y Raúl Castro. Algunos incluso discuten que Raúl Castro está dando pasos lentos a favor de conciliar las cosas dentro y fuera de la isla. Cuidadosamente revisa cada uno de los aspectos dentro del sistema de gobierno y de legislación en el país a lo largo de estos más de 50 años para así ir modificando aquellos que han ido afectando a la población, tanto fuera como dentro de la isla
Al final, el paso más importante siempre se considera que se toma para conciliar las cosas con el inquilino de la Casa Blanca, y francamente, si Cuba quiere que Obama levante el embargo y se siente a la mesa con la isla, le tienen que dar algo que justifique ese paso con sus detractores.
Aquí viene la parte que me tiene entre las lágrimas y la carcajada. Hace ya más de una década, un grupo dentro del Congreso de EEUU, conocido como el Cáucaso Negro, viajó a la Habana y se entrevistó con Fidel Castro. Entre las cosas que hablaron estuvo la propuesta de Fidel de entrenar a estudiantes norteamericanos en la especialidad de medicina, siempre y cuando a su regreso a los EEUU se incorporaran a los barrios pobres y más necesitados de asistencia médica a ejercer la profesión. Fue así como nació la inclusión de los EEUU en el proyecto de la Escuela latino americana de Medicina. Los legisladores estadounidenses regresaron a su país con la propuesta pero no fue hasta que el Reverendo Lucious Walker y la organización IFCO tomó las riendas en el asunto, que comenzaron a llegar los primeros estudiantes a la isla. Hasta la fecha, la ELAM ha graduado a más de 80 médicos procedentes de los EEUU y en estos momentos hay más de 100 llevando a cabo estudios en Cuba.
Cuba lleva años “exportando” solidaridad hacia América Latina, Asia, el Pacifico Sur Y los EEUU. De manera gratuita, a la usanza de la verdadera solidaridad y en un campo que pudiera bien ser el talón de Aquiles de cualquier administración presidencial en EEUU.
Ahí está, prueba irrefutable que Cuba no exporta revolución ni valores socialistas, exporta educación, y salud. ¿Queda claro, no? Pues, al parecer a todos no les resulta así. Cada vez que el gobierno de Cuba da un paso, positivo y conciliador para con sus propios ciudadanos y por el bien de estos, y hacia mejorar las relaciones con su vecino más cercano, hay quienes simplemente no lo soportan.
Hay quienes prefieren hacer esto:
Proyecto de ley en Florida evitará otorgar licencias a médicos estadounidenses que estudien en Cuba
Un proyecto de ley presentado por dos legisladores de la Florida evitaría que doctores estadounidenses que estudien en Cuba puedan recibir licencia para ejercer en Florida. Los legisladores Manny Díaz Jr y Rene García, ambos de la ciudad de Hialeah pretenden evitar los viajes de doctores estadounidenses a Cuba para estudiar o recibir entrenamiento.
“Los estudiantes de Estados Unidos que hacen la vista gorda a los abusos de derechos humanos básicos y civiles en Cuba no poseen la claridad moral de atender a los pacientes en la Florida” dijeron los legisladores a “El Nuevo Herald”. Cuba ofrece un programa gratuito de entrenamiento médico para ciudadanos estadounidenses y de otras partes del mundo el cual Manny Diaz Jr y Rene García califico de ser una herramienta de propaganda de los Castro.
Los legisladores que el proyecto de ley no aplicaría a aquellos que estudiaron en Cuba antes de venir a Estados Unidos por lo que los exiliados cubanos que se graduaron de medicina en la isla no estarían afectados. El legislador Rene García es también responsable de la ley que pretende prohibir a compañías que tienen sucursales trabajando en Cuba obtener contratos con el estado de la Florida.
Ahí lo tienen. Cuba da uno o más pasos a favor de la lógica y hay quienes en el Congreso de los EEUU le ponen una llave inmovilizadora a la Casa Blanca y a los ciudadanos de los EEUU. La ironía en todo esto es que en la declaración del Representante Manny Díaz y el Senador René García hay un detalle interesantísimo. Los norteamericanos que pretendan estudiar medicina en Cuba no podrán ejercer en la Florida según lo propuesto por estos señores. En cambio, todo aquel cubano que se haya graduado de la misma carrera de medicina, en el mismo país (Cuba) y cursando el mismo exacto programa académico podrá ir a los EEUU y ejercer la carrera sin problemas de ningún tipo. Entiéndase, un cubano ejerciendo como medico en el programa solidario con Venezuela o Ecuador o Bolivia, ese, si podrá irse a los EEUU donde le otorgan de uno a dos años de vivienda subsidiada y una pensión para ayudarlos mientras estudian para pasar los exámenes de reválida y así poder ejercer en USA. También se les facilita una lista de ciudades donde podrán radicarse para ejercer la profesión. Y todo esto gracias a la generosidad desconocedora del contribuyente norteamericano! Y quién sabe?! Va y para el estado de la Florida ni siquiera exigen pasar la reválida! Está clarísimo, se permite “el robo de cerebro” desde la isla, se prohíbe ofrecerle educación gratuita a los ciudadanos norteamericanos. Vaya cosa, eso sí que está bueno!
Libertad de viajes, propiedad privada, libre empresa, cambiar a Alan Gross por los Cinco, nada de eso es realmente el problema. No importa lo que haga Cuba, siempre va a haber alguien al otro lado del estrecho de la Florida que hallará una escusa, subnormal o no, tal de hacerle imposible a cualquiera en el gobierno de los EEUU, la posibilidad de poder estrecharle honesta y abiertamente la mano a la isla.