Margarita Alarcón Perea
Hace unos días el Presidente Barack Obama le concedió una entrevista en la Casa Blanca a José Díaz Balart de Telemundo, y si, es familia de los otros. La conversación giró alrededor de la reforma migratoria, y el control de armas como los proyectos más importantes para el Presidente durante este, su segundo mandadato. Por supuesto, siendo un Díaz Balart y trabajando para Telemundo, Cuba tenía que estar en la palestra. Esto lo damos por sentado, lo que no se podía dar por sentado fueron las respuestas del Presidente.
El presidente no tenía mucho nuevo que decir, y no fueron las palabras en si lo que me llamaron la atención, fue todo lo que dijo “entre líneas.” No le dedicó oraciones interminables a hablar sobre lo que Cuba tenía que hacer o dejar de hacer, muy propio de los discursos de antaño. Ni tampoco desestimó las preguntas con un simple comentario sobre los derechos humanos en Cuba o algún que otro bloguero. Dijo cosas como “ Creo que podremos ver progreso en estos próximos cuatro años. Y estoy felíz de participar en el.” Dijo que era un “camino de doble vía”. Antes de todo esto, por supuesto, tuvo que hablar de “libertades básicas de la prensa y de asamblea”, pero de ahí pasó a “no pretendemos que cada país opere como lo hacemos nosotros.”
Esto, por supuesto, el hecho que haya hablado con tanta franqueza acerca del tema, le llamó la atención a los funcionarios cubanos y esto llevó a que la Directora del Departamento de Norte América del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal le dedicara un tiempo a responderle. La señora Vidal le llama la atención al presidente Obama y le implora que reflexione seriamente sobre los cambios que se están llevando a cabo en Cuba y deje de prestarle atención a las voces que lo rodean. Fue un brillante juego de tenis al estilo de Wimbledon, un servicio agradable fue devuelto con revés preciso.
Es un partido lento el que vislumbramos. Tomará más tiempo que los juegos clásicos de Grand Slam a los cuales estamos acostumbrados. Pero lo importante es jugar.
No podemos olvidar que cuando la Sra. Vidal habla de “aquellos que lo rodean” no está divulgando específicamente a quienes se refiere pero ella está muy al tanto de la realidad que rodea a Barack Obama respecto a Cuba. El hecho de que haya escogido a un poeta cubano americano sin historia política específica, cuyos padres no parecen tener vinculación alguna con el enjambre que es la comunidad cubano americana en Miami o en Nueva Jersey, fue algo que le llamó la atención a muchos. Incluso más que cuando la primera dama escogió a un diseñador cubano Americano para el vestido que usó durante la primera inauguración.
Richard Blanco es ahora la diana de la retorica anti cubana, pero no aquella que se dedica a la política específicamente, no, esa no. Ahora le están gritando oprobios tanto al presidente como a él y lo hacen desde Europa.
No voy a desgastarme en copiar y pegar las sandeces, inexactitudes, incoherencias y demás barbaridades aquí ahora, dejo al lector con el derecho de buscar por si solo lo que han dicho algunos. Lo que si recomiendo es que lean esto escrito por un (al parecer) cubano americano desde Miami, profesor del Miami Dade College y publicado en inglés en el sitio del Huffington Post.
Escritora cubana Supuestamente amistosa hacia los gay cuestiona la masculinidad de Richard Blanco
Ariel Gonzalez
Era inevitable que escoger a Richard Blanco como el poeta para la segunda inauguración del Presidente Obama provocara reacción de parte un segmento bastante vociferante de la comunidad cubana en el exilio. Pero resulta una sorpresa cuando leí que Zoe Valdés, una escritora de prestigio, publicando un artículo en el sitio de derecha Babalu Blog. El ataque contra Blanco es digresivo, se contradice y está sustentado en falsas premisas. Sin embargo, es un llamado de alerta, de advertencia contra permitir que las emociones provocadas por la ideología se coloquen por encima del rigor estilístico y el sentido común.
Lean el articulo complete aquí.
El momento de actuar, de hacer algo, se hace tan evidente e inminente, que algunas de estas personas están perdiendo los estribos. Le lanzan dardos a diestra y siniestra a cualquiera que tenga un ápice de sentido común o de sentido de pertenencia con su historia, su pasado, su vida. Pero ya no vivimos en las décadas de los atroces actos de terror contra las voces de la sensatez; los tiempos son distintos, y nosotros también.
El presidente Obama tiene ahora una ventana, evidentemente está abriendo las persianas y está mirando hacia afuera, ayudémoslo a limpiar la mugre que lleva décadas ahí, empañándole la vista.
Citando al propio Richard Blanco: “(Según la communidad cubana en el exilio) Castro…destruyó el paraiso que fue Cuba. Sin embargo, mi profeor de historia de bachillerato me contó de una Cuba pre-revolucionaria como una isla abandonada llena de corrupcion, y alababa a Castro por sus reformas sociales, citando estadisticas que apoyaban esto mostrando las mejoras dramaticas en los servicios de salud, y en la educacción; y muchos intelectuales que conocí en la universidad glorificaban a la Cuba post revolucion como una sociedad modelo. ¿Quien dice la verdad?¿Cual es la verdadera Cuba? ¿Quien nos cuenta la version correcta? ”